12 ene 2011

CIMIENTOS INCONMOVIBLES PARA LA HISTORIA DEL TOREO

El Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla (US) y la Fundación de Estudios Taurinos han editado el libro 'Fiestas de toros. Bosquejo histórico', que tiene como objetivo abrir nuevos cauces a los investigadores del origen del espectáculo taurino y asentar los cimientos inconmovibles para la Historia del Toreo.
El autor de la obra, Benardino de Melgar y Abreu, Marqués de San Juan de Piedras Albas, pretende contar una original historia que aúna sentimientos religiosos y taurinos y analiza las relaciones de Santa Teresa de Jesús con el mundo de los toros, según ha informado la institución académica en una nota.
Con la beatificación de Santa Teresa de Jesús en el siglo XVII empieza la costumbre de reunir al pueblo con fiestas de toros con motivo de canonizaciones de algunos santos españoles. Según el autor, "durante el reinado de Felipe III, la beatificación de Santa Teresa le costó la vida a más de 200 Toros en unas treinta corridas, dadas en lugares donde había conventos fundados por la Doctora de Ávila".
En toda la historia se hallan noticias curiosas referentes a los toros y de ellas Bernardino de Melgar ha entresacado lo más interesante de cada período en aquellos pueblos de mayores aficiones taurinas.
El estudio arranca con un contenido de la más remota antigüedad y termina en los primeros tiempos del toreo profesional que implantó los jalones del toreo contemporáneo en el siglo XX. La deducción en lo que afecta a la historia, según el autor, queda a cargo del criterio de los lectores, que han visto con sorpresa que la cuna del toreo se halla en las viejas ciudades castellanas.
Según De Melgar, "los toros son una Fiesta Nacional que ha suscitado mucha polémica estos últimos años en libros y en prensa española". Por ello, el autor publica este libro para que "la historia de España no se vea interrumpida por protestas enérgicas", y así poder "remembrar las glorias del pasado y condenar las deficiencias del presente". En definitiva, la labor de su autor no ha sido otra que la de perseguir la realización de fines humanitarios y patrióticos.
El Marqués de San Juan de Piedras Albas se califica él mismo como un español de "buena cepa". Así, sus dos grandes aficiones literarias e históricas han corrido por ese cauce: sus estudios acerca de Santa Teresa y la formación de su colección bibliográfica del "espectáculo más nacional". Sus estudios sobre las obras de la Santa de Ávila lo colocaron a la cabeza del movimiento teresianista y lo llevaron a ocupar un sillón en la Academia de la Historia.