4 mar 2010

La ganadería de Pablo Romero puede ser Patrimonio Nacional


Tal afirmación la hizo esta noche el copropietario actual de esta ganadería marcada con el hierro de Pablo Romero, José Luis Algora Cabello, veterinario de profesión y dirigente del saneamiento de la misma, en la tercera jornada de la XXIV Semana Taurina pacense del Club Taurino Extremeño de Badajoz.
En este sentido, Algora hizo un recorrido por la larga trayectoria de este encaste, que ha pasado por cuatro generaciones, dijo, desde el año 1885 en que fue adquirida a Carlos Conradi, por Felipe de Pablo Romero en el año 1906, para pasar en el año 1943 a sus hijos, anunciándose la ganadería a nombre de José Luis y Herederos de Felipe de Pablo Romero.
En 1956 se forma una sociedad familiar dirigida por José Luis de Pablo Romero, hasta 1.986 en que pasa a pertenecer en exclusiva a Jaime de Pablo Romero y Cámara.
Esta ganadería, "como todas", matizó, tuvo sus altibajos en la década de los 70, acentuados por problemas de falta de fuerzas posiblemente derivados por motivos de consanguinidad, de escasa movilidad producido por artrosis en los corvejones que obligaba a arrastrar las patas traseras.
Esto dificultó su lidia y motivó la venta de la ganadería, porque su propietario rechazaba mezclar la casta de la misma con otros encastes.
"La compramos un grupo de amigos y en ella nos pusimos a trabajar", solucionando problemas patológicos de enfermedades producidas por la humedad del terreno en el que pasta la finca, como son las marismas de El Rocío (Huelva), donde existe buen pasto, pero también numerosos parásitos objetos de infecciones.
En opinión de Algora la ganadería está recuperando su condición de ser y ya se han conseguido premios en la pasada temporada en plazas importantes como Madrid, Valencia, Málaga y San Sebastián.
El veterinario describió las hechuras del toro de Pablo Romero, afirmando que es "bajito de manos", de lomo recto, pecho abierto, de tronco cilíndrico y culata rematada, "unas hechuras que comienzan a agradar a las figuras del toreo actual".
Es un toro, matizó, que se arranca de largo, de gran galope, y acentuada nobleza, "que no permite" el toreo encimista, porque en cuanto el torero le tapa la cara con la muleta, protesta y comienza a cabecear desluciendo la faena y resaltando su impureza.
Es un toro con transmisión al tendido, dijo, que si el torero lo entiende, favorece su lucimiento, de ahí que no sirva para los toreros que torean poco y carecen de experiencia.
FUENTE AGENCIA EFE 1010447